Alguna vez yo

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Y con rulos

jueves, 9 de junio de 2011

La intolerancia

Hablamos constantemente de los bosques, la tierra, los lagos y océanos, los cielos y los infiernos.
Cuidar, proteger, hacer una vida mas sustentable; pero nos olvidamos de la causa principal de todo esto: somos intolerantes !!!
La intolerancia de no respetar al otro, ni de respetarnos a nosotros mismos.
La incapacidad de entender las diferencias y la constante impaciencia por que nos entiendan.
El mundo se ha convertido en un campo donde afirmamos que el otro es un inútil para poder demostrar que yo soy mejor.
Somos casi incapaces de aceptar que lo que valgo es solo para mi,
que lo que debo superar es a mi mismo,
que el destino es lo que es y que debo dejar de sufrir tratando de que las cosas sean como yo quiero.
La intolerancia es nuestra guía y nuestra métrica y a través de ella juzgamos a todos (menos a nosotros mismos ya que no toleramos nuestro propio juicio).
Nuestros lagos se mueren,
nuestros ríos se mueren,
nuestros bosques se mueren,
nuestro planeta se muere
y nos creemos tan omnipotentes que no queremos aceptar que nosotros también nos estamos muriendo junto a ellos.
Respeto es la palabra, no hay nada más que eso (ya que el Amor es el camino por donde transcurre).
Podemos crear mil técnicas para realizar todo; pero lo primordial es el respeto.
Si hacemos sillas de plástico, contaminamos con materiales no degradables.
Si las hacemos de madera, destruimos los bosques.
Si destruimos árboles para plantar recursos comerciables, destruimos el ambiente de miles y millones de especies sin medir las consecuencias.
Si usamos papel para los libros estamos destruyendo nuestro pulmón del planeta.
En general siempre una solución enfrenta un nuevo dilema y lo que nunca tenemos en claro es que nada es tan malo ni tan bueno, el problema es que no estamos en armonía con la totalidad.
Somos parte de la naturaleza, formamos parte de ella y nos nutre; pero también nos protege y en algún momento nos pedirá que le devolvamos todo lo que nos dio !!!
Cuando aprendamos el respeto por nosotros, podremos comenzar a respetar a los demás.
Cuando podamos respetar a los demás, podremos respetar a la totalidad.
Solo necesitamos aprender a estar en armonía.
Cuando aprendamos a estar en armonía, seremos uno con la totalidad, y todo seguirá su correcto curso.