Alguna vez yo

Alguna vez yo
Y con rulos

miércoles, 3 de abril de 2013

Somos Niños

Somos niños !!! Niños jugando a ser adultos, mayores y responsables. Hacemos todo lo posible para diferenciarnos: dejamos de sorprendemos, ocultamos nuestra injustificada felicidad y evitamos reirnos de cualquier cosa. Medimos nuestras acciones y actitudes pensando en el "que diran". Nos justificamos diciendo "ya soy mayor" y de esa forma evitamos ser nosotros mismos. Dejamos de disfrutar lo que hacemos y lo convertimos en profesiones. Dejamos de mirar bajo la cama para enfrentarnos a nuestros miedos y los ocultamos en lo mas oscuro, para no verlos. Iluminamos nuestro entorno para creernos que no hay oscuridad; pero la oscuridad está ahi, esperando para acecharnos cuando menos lo esperamos. Porque los monstruos no existen, son cosas de niños. Y sufrimos nuestra adulta vida rodeados de monstros que no queremoos ver. Ahora todo tiene un propósito, un porque. Las ideas que fueron nuestras fantasías quedaron ocultas junto a nuestros monstruos. Aún hacemos ruidos, guerras, gritos, insultos y solo para no demostrar que tenemos miedos a esos espiritus "Malignos" que nos aterran. Vivimos nuestra frustración sin aprender. No nos esta permitido equivocarnos, sin darnos cuenta que siempre se equivoca hasta que aprendemos a hacerlo. Y asi ocultos quedan nuestros sentimientos, ese deseo de llorar incomprensible, las ganas de salir corriendo detras de una paloma, el revolcarnos en el pasto. Podría haber alguien mirando. Seremos adultos o maduros? Es lo mismo? Y guardamos nuestras angustias, trstezas y miedos detras de actitudes arrogantes, de ese semblante de superioridad que observamos al otro. Nuestro corazón habla, nos cuenta nuestra historia al oido, nos susurra para que no olvidemos quienes somos, pero la musica esta fuerte, y mi voz se hace escuchar mas que la tuya y mi mano golpea mas fuerte. Y el susurro de nuestro corazón se pierde detras de las paredes

Carceles sin paredes

Te acordás cuando me perdí? Fue un momento difícil, muy difícil. No había luces a mi alrededor, no había senderos ni manos. Las calles tenían un único sentido y ninguna me llevaba de vuelta, aunque no sabía a donde tenía que volver, para mi ya estaba, había llegado. Mi mente estaba dando vueltas por el mundo, viajaba por los lugares mas oscuros, mientras mi cuerpo se cubría de telarañas en un rincón. Mis manos eran como aves que no podían aferrarse a nada. Los sueños no estaban cerca y el deseo se había dejado olvidado el reloj. Rodeado de mujeres que no conocía, con abrazos sin cariño, colchones sin sabanas y entradas sin puertas. Un día me desperté entre sombras en mi casa vacía. Las paredes estaban frías y el silencio cubría todo. El susurro de mi lejano corazón intentaba despertarme, traerme de vuelta; pero para mi ya había llegado. Me aleje de a poco, abrí mi puerta que si estaba cerrada, me senté en la plaza mirando pasar los trenes por la estación. El sol iba surgiendo de a poco y mis ojos iban tomando control del mundo. Y me fui a buscar abrazos con cariño, bocas con palabra reales y ojos que miran de frente.