Alguna vez yo

Alguna vez yo
Y con rulos

jueves, 26 de octubre de 2017

Miradas

Como escondernos detrás de una mirada?
Que es lo que esas ventanas del alma pueden ocultar?
Por momentos brillantes, con finos destellos.
Abiertas de asombro o levemente cerradas para observar detenidamente.

No hay instante cuando dos miradas se cruzan,
Ni el tiempo ni el espacio existen,
Nada más tiene importancia cuando dan el mensaje adecuado.

Las miradas no mienten, pero si los ojos,
Los ojos ocultan lo verdadero,
Se levantan como falsas pantallas,
Iconos blasfemos.

Aunque los ojos se cierren, la mirada seguirá estando,
Eternamente, indefinidamente, implacable.
Los ojos que se ven, no miran.
Están lejos de cualquier mirada.

Aprende a mirar, mirar de verdad,
Más allá del cuerpo, de las ideas, de los prejuicios.
Las miradas que se encuentran se funden, aglutinan, amalgaman.

No guardes la mirada, la soledad te ocupa.
Deja de tratar, tus ojos no son nada más que una ventana.
La mirada es la luz que ilumina el camino y el interior.
Entrega tu mirada, tal vez yo esté esperando ...

lunes, 16 de octubre de 2017

Caminos

Fue cuando le pregunté por los cuadros, los anillos, las cartas y las miradas.
Ni siquiera supe dónde habían quedado sus manos.
No hubo respuestas ni evasiones, no hubo nada.
Las dudas quedaron, se mantuvieron, se elevaron a lo más alto y allí desaparecieron.

Así que continúe mi camino, silencioso y extenso, sin mirar a los costados ni a las huellas que fui dejando.
No me detuve ni modifique mi paso, solo seguí caminando.
Tal vez esté intentando llegar, pero por ahora solo sigo el camino.

Y no respondí a sus preguntas, regale los cuadros, vendí los anillos y queme sus cartas. Pero las miradas me siguen a cada paso.
No hay manos que tomar ni decisiones.

La calle se mantuvo vacía, los pasos se mantuvieron lentos y las miradas seguían cruzándose.
Cuando llegó el amanecer, mi cuerpo se recostó, necesitaba descanso.
Se dejó llevar por los sueños, los recuerdos, el silencio.
Sin respuestas, ni cuadros, ni anillos ni cartas.
Y soñé con miradas sin manos una vez más.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Medios

Los ojos se pierden en la distancia
mientras la mente se desliza suavemente
por entre los recovecos de la memoria.

Las sensaciones no pueden ser descriptas,
ni las emociones explicadas.
Todo se funde, derrite y escurre
mas allá de mis manos.

El mundo son pantallas a mi alrededor,
al igual que las gentes y las historias.
Los cuerpos se han desvanecido.

Me despabilo entre errores y torpezas,
la voz se eleva hasta mis oídos,
ya no hay lágrimas.

Los destellos me entregan pequeñas señales,
extraños símbolos
y cotidianas mentiras.

Siguen parloteando a mi alrededor,
 pero no los escucho.
La distancia me resguarda
mientras me deslizo entre mis manos.