Alguna vez yo

Alguna vez yo
Y con rulos

lunes, 16 de octubre de 2017

Caminos

Fue cuando le pregunté por los cuadros, los anillos, las cartas y las miradas.
Ni siquiera supe dónde habían quedado sus manos.
No hubo respuestas ni evasiones, no hubo nada.
Las dudas quedaron, se mantuvieron, se elevaron a lo más alto y allí desaparecieron.

Así que continúe mi camino, silencioso y extenso, sin mirar a los costados ni a las huellas que fui dejando.
No me detuve ni modifique mi paso, solo seguí caminando.
Tal vez esté intentando llegar, pero por ahora solo sigo el camino.

Y no respondí a sus preguntas, regale los cuadros, vendí los anillos y queme sus cartas. Pero las miradas me siguen a cada paso.
No hay manos que tomar ni decisiones.

La calle se mantuvo vacía, los pasos se mantuvieron lentos y las miradas seguían cruzándose.
Cuando llegó el amanecer, mi cuerpo se recostó, necesitaba descanso.
Se dejó llevar por los sueños, los recuerdos, el silencio.
Sin respuestas, ni cuadros, ni anillos ni cartas.
Y soñé con miradas sin manos una vez más.

No hay comentarios: