La vida se va dando, de a poco, día a día.
Así como los sueños no siempre se cumplen (casi nunca) la vida no siempre la vivimos como esperábamos.
Es muy fácil culpara a otros, pero nuestras decisiones nos fueron encaminando.
Jamás sabré si hay o no destino, pero si es seguro que vamos dándole forma a nuestro futuro con cada nueva elección.
Los días pasan y se nos acumulan deseos, es terrible cuando vivimos construyendo sobre lo que no existe. Aunque vamos intentando crear nuevas metas y cumplirlas para seguir adelante, hay momento en los que solo existen los deseos...
Así nos vamos frustrando y volviéndonos nostálgicos, vivenciando recuerdos maquillados de perfectos.
La depresión se centra en estos dos movimientos, los deseos y la nostalgia, el futuro incierto y el pasado inamovible.
Y comenzamos a crear trabas, a justificarnos, a hablar de la suerte, de como nos arrebataron todo, y vamos olvidándonos de nuestros actos.
Así todo va cambiando, nos insumos en el pozo que nosotros cavamos, y que terminamos cubiendonos a nosotros mismos con esa tierra.
La rueda gira, y solo nosotros tenemos la posibilidad de sacarnos adelante.
Si me vaso en la carencia, seguiré profundizando cada vez más el pozo que he construido.