Soy humano, me observo en el espejo, me comparo con aquellos que caminan a mi alrededor y no puedo afirmar otra cosa.
Soy humano y en mi interior sigue corriendo sangre por mis venas, sigue latiendo mi humilde corazón, mis pulmones intentan seguir llenándose de aire.
Soy humano, y mi mente no deja de pensar en historias, pasados lejanos y deseos futuros, creencias vanas o tal vez una esperanza que podría colmarme.
Soy humano y me duele esta humanidad, me duele el abuso, la hipocresía, la falta de Amor.
Intento caminar sin mirar rostros, me alejo de pantallas, cierro mis oídos a la influencias que me justifican todo.
Por momento me abrazo en esta soledad que nos impusimos, en esta tortura que nos aleja de nuestra propia esencia, en esta hostilidad que nos destroza; pero cuando observo mi entorno descubro nuevamente que todo esto que me duele es esencialmente humano y no puedo contener mas el llanto.
Tal vez termine arrastrándome, tratando de llegar a algún lugar que me muestre otra historia, que me permita renacer en medio de tantas cenizas, de charcos de sangre, de manos cercenadas por otras manos, de ojos vacíos de Amor.
Las áreas del dolor se extienden hacia el infinito...,
entonces buscamos abrazos, ojos que miren a los ojos, manos que se tomen, sonrisas cómplices y suaves caricias.
Me despejo, lavo mi rostro y me observo al espejo nuevamente, dejo escapar lentamente el aire para poder volver a tomar una gran bocanada con fuerza.
Soy humano y aún tengo esperanzas...
Alguna vez yo
jueves, 24 de octubre de 2019
miércoles, 23 de octubre de 2019
Las Plazas
Hace poco tomé en cuenta que las plazas habían cambiado mucho,
se ven mas modernas,
con mas diversidad de juegos o aparatos, tanto para chicos como para grandes,
con mas colores y ...??
Y la arena..??
De pronto había desaparecido,
Por un lado pensé, "claro, es mas limpio, mas higiénico, los chicos ya dejan el reguero de granitos por la casa.."
Pero si hacemos memoria, los areneros estaban siempre, y repito "SIEMPRE" debajo de los juegos para los chicos.
Y no era porque si, no era el delirio de alguno que andaba buscando donde poner arena que se había traído de alguna playa lejana.
Estos espacios tenían una función establecida:
la seguridad de los niños.
Debajo de un tobogán, un sube y baja, de las hamacas, de las barras, trapecios, etc, siempre tenían arena o en su defecto, pasto (aunque mas bien gastado y con tierra donde se hacían charcos)
De esa forma, los chicos que se podían caer, resbalar o tirar, tenían menos riesgos de sufrir lesiones, o por lo menos, las lesiones serían leves.
Pero el cemento copó todos los espacios,
hasta en muchos lugares se cargó con toda la tierra y el pasto.
Por supuesto, el mantenimiento de estos lugares es mucho mas bajo,
no precisan de jardineros, ni de "el guardián de la plaza", ni ninguna de las acciones que antes se realizaban;;
pero también es mucho más fácil que cada juego se pueda convertir en algo mucho más peligroso.
Caerse y golpear sobre cemento puede tener consecuencias muy graves en comparación.
Como en muchas situaciones, las cosa ordenadas bellas y prolijas no siempre son funcionales.
Sería interesante poder encontrar soluciones alternativas, poder observar un poco mas antes de realizar cambios, analizar las consecuencias de las decisiones, puede ahorrar disgustos posteriores.
martes, 3 de septiembre de 2019
Los Años Pasan ...
Y tu rostro
se apareció ante mi como un reflejo en mi mente,
como un
recuerdo que se materializo en una imagen en la pantalla.
Y vi tu
mirada, tu sonrisa, tu piel…
Y tuve un
viaje instantáneo al pasado, al presente.
Y de pronto
la tristeza se instaló…
Y vinieron
las primeras palabras: las distancias; la cercanía.
Se instalaron
momentos, comidas, caminatas, charlas.
Se arremolinaron
montones de sonrisas, vasos, comidas, cercanías.
Y danzaste,
posaste para mi, me dejaste observarte, y soñé.
Pero la
brisa pasa, sigue de largo, toma su rumbo y nada se lleva consigo .
Las miradas
dejaron de cruzarse, las pieles se alejaron sin llegar a tocarse.
Y los besos…
Los besos
nunca ocuparon su lugar.
Los años se
suceden,
la vida se
sucede,
y los recuerdos
quedan como sueños lejanos.
Como momentos
pasados, nublan la retina, las ideas, los deseos.
Y una
simple pantalla me refleja algo parecido a un recuerdo, pero esos no son mis
besos, ni mis manos.
Esa no es
tu imagen, ni tu piel.
Los años
pasan…
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