El ejercicio

Me miro a los ojos y me dijo " tus ojos me muestran tristeza, amigo"
entre mis lagrimas sentía la angustia y el pesar.
-. pensé, "Es que tengo miedo"
Sentí su abrazo, tierno, cálido, cercano, como siempre.

Y sentí miles de abrazos y de miradas.
Se fue armando frente a mi un cúmulo de imágenes y sensaciones,
deseos e ilusiones,
Me cubría la fatiga y por momentos un "No puedo" inmenso y desvatador.

La tarde caía y mi ser estaba sentido y vibrante,
el mar estaba lejos y las montañas también,
me faltaban las alas para volar y ver estos paisaje,
lejanos paisajes...

Una voz me llegaba, "no te olvides de respirar"
y con cada bocanada de aire un nuevo sentimiento emergía.
No estaba solo; pero tambien estaba la soledad en mi entorno,
levanté la vista y un bello sol se ocultaba en el horizonte.

Y recorde al guerrero, al mago, al caminante y al ladrón,
al amante y a cada uno de los personajes que me conformaban,
vi el escenario de la vida, mi vida; repleta de nuevos y viejos actores
Vi un solo abrazo, una sola mirada, un solo ser,
inmenso, infinito.

Volvi a decir "Gracias"
Gracias por la luz,
por el Amor,
por la comprensión,
por el camino.

Alli estaba la danza de la vida y me entregué a ella.
donde cada uno ocupaba su propio lugar,
y mi corazón me susurro al oído,
"Soy feliz"

Las cosas

Hay cosas que comienzan a ser costumbre.

Fumar,
sentarse en la mesa equivocada del bar,
caminar por la vereda de enfrente,
mirara a los ojos,
abrazar con ganas,
extrañar,
sentir...

Hay cosas a las que nos cuesta acostumbrarnos.

Comer bien,
acostarse temprano,
decir,
caminar lento,
estar atento,
serse sincero
escucharse...

Hay cosas a las que no me quiero acostumbrar.

Comer mal,
tomar mucho,
esconderme,
temer,
adelantarme al futuro...

Hay cosas que pareciera que debemos acostumbrarnos.

La guerra,
el desamor,
la falta de respeto,
el hambre,
juzgar y medir,
estar lejos...

Hay cosas de las que tenemos que aprender.

De los niños,
del amanecer,
de la soledad,
del dolor,
de la enfermedad,
del reir,
del Amor...

Siempre hay cosas ...

Efímero

No recuerdo su nombre,
se fue demasiado rápido.
Tan veloz como para olvidar su perfume en mi piel,
su imagen en mi memoria,
la sensación de su mano en la mia
y un beso en mis labios.

No recuerdo cuando fue,
el tiempo dejo de existir,
la luz cubrió todo el infinito.
Aún oigo su risa,
me ilumina el brillo de su mirada,
me acarician sus cabellos.

Sigo caminando,
aquello pasó,
intemporal,
mi huella se marca en el suelo,
la brisa atravieza mi cuerpo.

Despierto en la mañana,
somnoliento,
lejano,
timido y sediento
El sol me ilumina.

Vagabundo,
nostálgico,
onírico,
leve.

Vuelvo a sonreir,
Es otro día.