Que es lo que hacemos con los sueños y deseos? Que es eso que nos hace creer en golpes de suerte, milagros, ...?
Hay una parte nuestra que no quiere la realidad en que vivimos y lo complementamos con deseos, esos mecanismos que nos hacen creer en un futuro que, aunque incierto, creemos que va a ser de una forma determinada.
Todo eso nos lleva a vivir momentos tristes, depresivos, de sentir que no somos merecedores de todo aquello que queremos.
De a poco el mundo se derrumba, sin paredes, sin piso ni suelo. La realidad nos enfrenta a aquello que jamás va a suceder.
Dejamos de lado las oraciones, los pedidos, las súplicas y nos sumergimos en nuestra cruda y certera realidad.
Somos una cultura que lucha entre fuerzas antagónicas y nos vamos despellejado a cada instante.
Somos infantiles e infantibles, creemos que merecemos aquello que no tenemos y que algo mágico dará su apoyo para que suceda.
Pero seguimos arrastrándolos por el piso, hambrientos y desconsolados, envueltos en harapos y desangrando nos.
Nuestro futuro cierto es lo inevitable y nuestro camino hacia allí es la única realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario